Defensas Electricas

Defensas Electricas

El fluido eléctrico se manifiesta en diversas formas físicas que pueden ser origen de daño si se encuentra el cuerpo humano en su camino. En el cuerpo humano se pueden producir, por efecto de la energía eléctrica los siguientes efectos:

Tetanización muscular Con este concepto se expresa la anulación de la capacidad de acionamiento voluntario de los músculos. Los músculos se agarrotan y el sujeto queda pegado al punto de contacto, sin poder soltarse.

Paro respiratorio Es producido cuando la corriente circula desde la cabeza a algún miembro, atravesando el centro nervioso respiratorio. La paralización puede prolongarse después del accidente, de aquí la necesidad de una práctica continua de la respiración artificial durante varias horas.

Asfixia Se presenta cuando la corriente atraviesa el tórax. Impide la contracción de los músculos de los pulmones y por tanto la respiración.

Fibrilación ventricular Si desgraciadamente la corriente atraviesa el corazón, se produce la llamada fibrilación ventricular que es una desestabilización del ritmo cardíaco normal. La fibrilación es un movimiento rapidísimo del corazón, una especie de vibración completamente inútil. En este estado, el corazón no bombea sangre, con el consiguiente riesgo de muerte.

Quemaduras Son producidas por la energía liberada al paso de la intensidad (Efecto Joule). La gravedad de la lesión es función, en igualdad de condiciones técnicas, del órgano o parte del cuerpo afectada.

Los factores que hacen que la descarga eléctrica sea más o menos grave, son:

Voltaje del circuito con el que se entra en contacto.
Resistencia eléctrica del cuerpo humano en ese momento.
Intensidad de la corriente que atraviesa el cuerpo.
Camino que sigue la corriente a través del cuerpo.
Duración del contacto.

Se puede decir que la intensidad de la corriente que atraviesa el cuerpo es lo que “mata”, y ésta depende del voltaje y de la resistencia del cuerpo.

Los valores de corriente y sus efectos son los siguientes:

De 1 a 3 mA: Prácticamente imperceptibles. No hay riesgo.
De 5 a 10 mA: Contracciones involuntarias de músculos y pequeñas alteraciones del sistema respiratorio.
De 10 a 15 mA: Principio de tetanización muscular, contracciones violentas e incluso permanentes de las extremidades.
De 15 a 30 mA: Contracciones violentas e incluso permanentes de la caja toráxica. Alteración del ritmo cardíaco.
Mayor de 30 mA: Fibrilación ventricular cardíaca.

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